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Si quieres darles
a tus hijos un
beneficio que
durará toda la
vida, crea en
ellos el hábito
de practicar
deportes lo más
temprano
posible. El deporte es
bueno para la salud de
los niños, porque les
ayuda a desarrollarse
física y mentalmente,
fortalece sus músculos y
sus huesos, incrementa
su capacidad
cardiovascular, combate
la obesidad, les da
destreza y flexibilidad
física y los enseña a
coordinar sus
movimientos y a
relacionarse con los
demás. Pero es
importante que sepas
cuándo están listos tus
hijos para las demandas
de cada deporte.
Para muchos adultos, hacer ejercicio es trotar o sudar en las máquinas del gimnasio. Para los niños, es diversión: patinar, montar en bicicleta, nadar en la playa o la piscina, correr detrás o junto a sus amiguitos… La actividad física es parte natural de sus vidas, igual que comer y dormir. Pero cuando se trata de los deportes, los niños tienen más éxito y los disfrutan más cuando alcanzan la capacidad física, mental y social que requiere cada uno.
• De 2 a 5 años. Entre esas edades, el niño no tiene todavía la capacidad motora ni el poder de concentración para los deportes organizados. El que más se recomienda en esta etapa es la natación. Es el más adecuado para los niños pequeños. Les enseña coordinación, resistencia, equilibrio y disciplina. El niño puede aprender a desplazarse en el agua, aunque todavía no se mantenga de pie en tierra firme. Pero hay otras actividades físicas como correr, saltar, bailar, lanzar una pelota y atraparla que les benefician y les permiten experimentar, explorar y copiar lo que ven hacer a otros (por ejemplo, a sus padres o sus hermanitos mayores).
• De 6 a 9 años. A los 6 años, los niños ya tienen la capacidad motora básica para los deportes organizados sencillos. Pero todavía carecen de la coordinación de ojos a manos, necesaria para los deportes más complejos, y tampoco están listos para comprender y recordar conceptos o estrategias complicados...
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