Remedio casero para el dolor de cuello #1: Verter 1 cucharada de matricaria en una taza de agua que esté hirviendo.  Tapar y dejar refrescar.  Tomar 2 tazas al día hasta que el dolor ceda.  

Remedio casero para el dolor de cuello #2: Hervir, durante 5 minutos, 1 cucharada de raíz de jengibre, previamente lavado, y 1 cucharada de ortiga en 1 taza de agua.  Retirar del fuego, dejar refrescar y colar.  Tomar 2 tazas al día. Este remedio tiene un efecto anti-inflamatorio.

Remedio casero para el dolor de cuello #3: Masajear suavemente el cuello con 10 gotas de aceite esencial de romero (es relajante muscular) mezcladas con dos cucharadas de aceite de oliva.

Remedio casero para el dolor de cuello #4: Hervir durante 15 minutos, 1 puñado de hojas de verbena en medio litro de agua. Retirar del fuego y dejar refrescar.  Mojar un paño limpio de algodón con esta decocción y aplicar, a modo de compresa, en la zona afectada. Este remedio tiene efectos sedantes.

Remedio casero para el dolor de cuello #5: Consumir, a diario, una rebanada de piña. Este remedio  resulta efectivo, ya que la bromelina de esta fruta contiene propiedades antiinflamatorias para reducir el dolor muscular.

Remedio casero para el dolor de cuello #6: Aplicar una compresa fría en las primeras 24 horas si el dolor de cuello  ha sido producto de un latigazo y existe inflamación. Pasado ese tiempo, aplicar calor para mejorar la contractura. El elemento caliente no deber permanecer colocado más de 20 minutos y una nueva exposición no debe hacerse hasta 40 minutos

Remedio casero para el dolor de cuello #7: Verter un puñado de arcilla en polvo en 1 taza de agua que esté tibia y remover hasta obtener una pasta espesa.  Añadir más arcilla si queda la preparación  muy aguada. Untar una compresa y aplicar sobre la zona dolorida. Dejar actuar hasta que se enfríe.   Este remedio es muy eficaz en casos de dolores de cuello causados por artrosis.

Remedio casero para el dolor de cuello #8: Apoyar los dedos de cada mano (salvo el pulgar) a los lados del cuello, presionar suavemente con movimientos circulares. Seguir hacia abajo hasta llegar a la base de la columna cervical. Hacer después el mismo recorrido pellizcando con el pulgar y el índice. Poner los mismos 4 dedos en los laterales del cuello y dar con ellos giros amplios y sin presionar mucho la zona. Por último, frotar alternativamente con las dos manos la vértebra situada en la base del cuello. Realizar este automasaje a primera y última hora del día.

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